¿Tengo el espíritu emprendedor dentro de mí?

  • Universidades.cr
  • Vos elegís
  • 17 de febrero, 2015

Empezaremos diciendo que un emprendedor es una persona que tiene decisión e iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo. Desde esta definición, es evidente que no todos nacimos para ser emprendedores, o al menos no con tanta facilidad.


Con la saturación del mercado y los genes creativos e innovadores que tienen las nuevas generaciones, el asunto del emprendedurismo ha tenido auge en los últimos años. Incluso, las universidades han incluido cursos básicos sobre el tema en el programa de casi todas las carreras.


En Costa Rica, no existe una cultura emprendedora (por llamarla de alguna manera) en parte, debido a la falta de educación en emprendimiento. Es por esto que en la actualidad, las universidades y los formadores de profesionales de distintas ramas están haciendo esfuerzos para promover el espíritu emprendedor, para fortalecer las actitudes y habilidades que generen más personas emprendedoras.


¿Has visitado alguna vez una Feria de Emprendedores?

Ahí se exponen trabajos y productos creativos, ideas nuevas que facilitan la vida de diferentes formas y que se les ocurrió a jóvenes como vos, con la característica de que tienen encendido ese chip del emprendedurismo.


¡Esta cultura debería enseñarse desde la infancia! Hay que generar mecanismos y sistemas de aprendizaje que estimulen la creatividad, la innovación, que no frenen las ideas, sino, que las dejen fluir y las encausen hacia el camino del éxito.


Que las personas se sientan libres para tomar nuevos retos, nuevos proyectos, que en el futuro puedan avanzar un paso más, llegar más lejos de donde se ha llegado. El espíritu emprendedor es lo que le permitirá a una persona insatisfecha con su condición de vida o su condición laboral, con lo que es y lo que ha logrado, que tome la iniciativa y genere las acciones para alcanzar los logros que desea sin miedo al fracaso ni al qué dirán.


Desde la educación académica, e incluso desde el hogar, se pueden fomentar determinadas competencias como por ejemplo:

  • Capacidad de análisis
  • Confianza en sí mismo
  • Capacidad para resolver problemas
  • Compromiso
  • Capacidad para trabajar en equipo
  • Responsabilidad
  • Cooperación
  • Capacidad de planificación, evaluación y toma de decisiones
  • Habilidad para aprender a pensar de modo crítico e independiente
  • Creatividad e innovación
  • Iniciativa


¿Te imaginás tener todas estas habilidades? Le estaríamos haciendo un gran favor a la sociedad nacional y mundial, pues este tipo de personas serán más íntegras, más seguras de sí mismas y más preocupadas por su ambiente y por el bienestar propio y de los demás.


Te invitamos a que vayás pensando si tenés el espíritu emprendedor, y si es así, ¿qué te impide soñar más allá de lo común?

Comentarios (0)

Explorá una búsqueda