El “éxito” es relativo y lo que para una persona represente éxito para otra puede no ser. Existe el éxito profesional, el laboral y hasta el emocional, que es cuando logramos superar situaciones traumáticas, de temor o fobia, y que nos limitan para alcanzar nuestros sueños.
Sobre la resiliencia podemos decir que es la capacidad que tenemos todas las personas para sobreponernos a períodos de dolor emocional. físico, a situaciones adversas o a fracasos de algún tipo. Cuando estamos en la universidad vamos a pasar muchas situaciones donde deberemos poner a prueba nuestra capacidad resiliente.
Habrán momentos donde nos cuestionemos, si queremos continuar estudiando, podemos enfrentarnos a cursos muy difíciles donde reprobemos una o más veces, e incluso podríamos enfrentarnos al rechazo de ideas o proyectos de parte de un profesor.
Todo esto nos puede desmotivar, pero también es una oportunidad para tomar fuerza, aceptar la situación y superarla. La resiliencia implica reestructurar nuestras emociones y creencias para sobreponernos y salir fortalecidos de la experiencia. Entonces, ¿qué hace a una persona ser resiliente ante situaciones adversas?
Formas de ser resiliente
- Autoconocimiento y autoestima: Es saber cuáles son tus fortalezas y debilidades, reconocer cuándo necesitás ayuda y cuando tus emociones te están ganando y reconocés que es hora de bajar el tono, aceptar una situación o saber callar.
- Empatía: La empatía es la capacidad de entender al otro y ponernos en su lugar, comprender sus sentimientos. El hábito de ser empáticos mejora el intercambio de afecto e incrementa nuestra red social de apoyo.
- Autonomía: Esto quiere decir que somos responsables de nuestras acciones y por lo tanto, debemos saber enfrentar sus consecuencias. Es cierto que muchas veces no tenemos control de lo que nos sucede o somos víctimas de las acciones de otros, pero en cualquier caso trataremos de resolverlo de la mejor manera.
- Consciencia del presente: Debemos tratar de enfocarnos en el aquí y en el ahora que, aunque es difícil a veces, nos va a evitar sentir ansiedad sobre el futuro o tristeza por alguna situación pasada.
- Capacidad para dar un giro en U: Esto quiere decir que debemos ser flexibles para saber cuándo es mejor dar un giro sobre algo que debemos enfrentar, ajustar nuestra forma de pensar, e incluso cuando es momento de dar un paso al lado y dejar que las cosas sigan su curso.
- Sociabilidad: no se trata de ser el más popular ni el que más gente tiene alrededor, sino de valorar, cultivar y cuidar esas amistades valiosas que se convierten en nuestra red de apoyo en momentos adversos o de toma de decisiones importantes.
- Tolerancia a la frustración y a la incertidumbre: ¡Uuuff! Está es difícil porque constantemente estamos con la incertidumbre de lo que viene o de lo que pueda pasar, pero lograr esa tolerancia sabiendo que no podemos controlar todo lo que nos sucede nos permitirá manejar mejor nuestras emociones y sobreponernos a lo que sea.
La resiliencia como habilidad blanda
Ya en otros artículos hemos hablado sobre un concepto muy valorado actualmente por los empleados y se trata de las habilidades blandas o competencias.
Son aquellas características que poseemos como profesionales que destacan además de nuestras aptitudes académicas y que le dan valor a nuestro curriculum.
Al ser profesionales resilientes seremos capaces de sobreponernos a fracasos laborales, vamos a ser más maduros profesionalmente y la manera en la que manejemos situaciones adversas en nuestro trabajo se puede convertir también en ejemplo y motivación para nuestros compañeros de trabajo, clientes y jefes.
Algunas profesiones como la Psicología, Trabajo Social o Medicina, enfrentan a diario situaciones de estrés o tensiones relacionadas al manejo de casos clínicos. Aquí es donde se convierte en una pieza importante la enseñanza y promoción de la resiliencia por parte de los centros de estudios, para que se convierta en una herramienta de apoyo emocional para el estudiante y un mecanismo para el manejo de situaciones adversas a la hora de atender a sus pacientes.
En el Mundo Laboral, al que te vas a enfrentar cuando te gradués la resiliencia se puede convertir en una fortaleza para ser un mejor profesional. Esforzate todos los días por mejorar tus capacidades resilientes y verás que el resultado te va a permitir vivir más tranquilo, feliz y agradecido.