La comunicación entre las personas, desde tiempos antiguos, ha servido como puente para que la evolución de la especie humana sea posible.
El lenguaje oral y escrito, no solo es la base del conocimiento, sino que también ha sido el vehículo por medio del cual este se ha transferido de generación en generación. Esto ha permitido preservar la cultura, el arte, la religión y las ciencias, entre muchos otros legados.
Partiendo de que la comunicación es algo tan primordial para las relaciones, es lógico pensar que independientemente de la profesión en que nos desenvolvamos, saber comunicarnos de manera correcta es indispensable para desarrollar nuestro potencial al máximo.
Aunque no seamos de letras, debemos saber comunicarnos
No importa si nuestra área de especialización es totalmente numérica y si nunca nos han gustado mucho las letras. Es absolutamente necesario, que tengamos un buen manejo del idioma, de la gramática y de la construcción del lenguaje, ya que esto se reflejará directamente en nuestra capacidad para comunicarnos con los demás.Por otro lado, nuestras habilidades de interacción personal siempre van a ser un reflejo de nuestro nivel cultural general, de modo que aunque no nos agrade mucho leer, también es importante que cultivemos el interés literario para conocer y entender de diferentes obras, autores y corrientes de pensamiento.Por lo menos debemos conocer literatura de los grandes exponentes de nuestro gremio.
Profesionales integrales
En las organizaciones laborales, cada vez más competitivas y más globalizadas, los profesionales están siendo evaluados no solo por sus títulos y por su experiencia, sino también por sus competencias en cuanto a escritura, redacción, resolución de conflictos, manejo de personal, liderazgo, adaptabilidad, etc.Estas competencias están íntimamente ligadas con nuestro dominio del lenguaje y de cómo lo aplicamos en nuestra vida diaria.
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Comunicación Asertiva
Poder comunicarse de manera asertiva y efectiva, ya sea por escrito o verbalmente, con los demás miembros de un equipo de trabajo, por ejemplo, ubicará en una posición de ventaja a cualquier profesional con respecto a sus pares que no cuenten con esa destreza.
Ya pasamos del momento en que los matemáticos, los físicos y los químicos eran los genios a los que nadie entendía y que no necesitaban darse a entender.
De estos profesionales ahora se espera que puedan escribir ensayos, artículos, montar programas de estudios, presentaciones y hasta participar en un Ted Talk.
Lo cierto es que en las sociedades y en los trabajos necesitamos los unos de los otros. Es importante que nos esforcemos por perfeccionar nuestras habilidades para comunicarnos ya que de esto depende que los mensajes sean decodificados y entendidos de la manera correcta.
El lenguaje en sí es una herramienta y un instrumento cognoscitivo para el aprendizaje y la abstracción, incluso se dice que tiene la función de regular el comportamiento porque determina el tipo de discurso interno que cada persona mantiene consigo misma.
Si cuidamos y nutrimos ese discurso interno personal, nuestro desarrollo en el área profesional también se verá beneficiado, indistintamente si somos de números o de letras.
