¿Sabía usted que Costa Rica ocupa el segundo lugar de América Latina con más acoso en los centros educativo, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos?, esto hace evidente la necesidad de pensar cuáles son sus implicaciones en la vivencia de la escuela; así como las consecuencias que, a futuro, puede tener este tipo de situaciones en quienes las experimentan.
Cuando se es víctimaDetectarás estos comportamientos en los jóvenes o niños víctimas de
bullying: resistencia para asistir a clases, ensimismamiento, tristeza o decaimiento constante, tendencia a bajar las calificaciones. Lo anterior,ocasiona trastornos emocionales y la pérdida de interés académico.
Cuando se es victimarioLos vistimarios
son quienes agreden o acosan, presentan un aumento de conductas violentas y autoritarias que podrían derivar en un comportamiento delictivo.En este escenario, no existe la relación, porque un individuo ejerce presión sobre otro. Existe es la intimidación. Esto interfieren con el desempeño académico de ambos perfiles y deteriora el disfrute de los tiempos compartidos asociados al proceso de formación educativa. Es decir, no solo se deja de disfrutar asistir a clases, también se empieza a asociar el aprendizaje con situaciones dolorosas.
Ir a la escuela mejora la calidad de vidaEn el país, los análisis estadísticos han confirmado que
el aumento en la escolaridad es una de las mejores estrategias para mejorar la economía del hogar.Esto nos permite concluir que, si se establecen políticas para estimular el acceso y permanencia en el sistema de educación y se trabaja para que los resultados académicos mejoren, los niños y jóvenes obtendrán mejores herramientas para desempeñarse laboralmente, lo que mejorará su calidad de vida y, por ende, la economía nacional.
¿Cómo podés involucrarte activamente para mitigar el bullying en los centros educativos?Hay varias propuestas, todas coinciden en que las primeras acciones se deben dar en la familia.
- Enseñar y actuar desde valores constructivos como tolerancia y respeto, es un primer paso indispensable.- Enseñar a los niños y jóvenes cómo manejar los conflictos desde el ejemplo: no explotar ante la menor provocación.- Promover el diálogo abierto para encontrar soluciones e incentivar la empatía, la comprensión de diferentes perspectivas.- Las respuestas violentas no son una solución, al contrario, pueden derivar en mayores conflictos.Una forma segura de convivir sin acoso es contar con un grupo de amigos que brinde apoyo dado que, comúnmente, el acoso escolar se presenta frente a un individuo aislado.Así, es necesario plantear las formas de convivencia desde un rechazo a la violencia como modo de afirmación de la autoridad: los niños y jóvenes cuentan con las mayores oportunidades de transformar el mundo mediante la educación y las tecnologías.
Se requiere crear entornos educativos que resulten atractivos. Una responsabilidad común que garantice mejores experiencias educativas y personas mejor preparadas ante el futuro.
La invitación es que niños y jóvenes recuerden que las conductas de bullying o acoso escolar son reprobables y punibles; inclusive estos comportamientos podrían perjudicar sus posibilidades futuras, dañando sus relaciones sociales y su vida académica.Por: universidades.cr
