¿Estudiás para tener una carrera o un empleo?

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  • 11 de febrero, 2014
¿Cómo sería tu día perfecto de trabajo? ¿Te ves hablando con muchas personas o concentrándote en un laboratorio? ¿Te imaginás saliendo de la oficina a las cinco en punto y pasando fines de semana tranquilos o respondiendo llamadas urgentes y resolviendo la crisis del momento?

Si tu idea es trabajar para vivir, un empleo es lo tuyo, aquí te vamos a explicar como diferenciar un empleo de una carrera. ¡Seguí leyendo!

¿Cómo diferenciar un empleo y de una carrera?
En un empleo dejás el trabajo en la oficina.  En cambio, una carrera es una inversión de vida.
Por ejemplo, si tu meta es llegar a dirigir una gran empresa, tenés que planificar, elegir de antemano los títulos universitarios apropiados y sí, muchas horas extra de trabajo.

Si conocés a alguien en luna profesión que te interesa, preguntale cómo es su día a día. Ahora, escribí una lista de cosas que te gusta hacer, poné todo, aunque no parezca “profesional”. 

Resulta que pasar horas frente a la compu, revisar redes sociales, organizar partidos con los amigos o ser buenísima para arreglarle la vida a los otros son cualidades importantes para una serie de profesiones. 

Algunas de ellas pueden ser una pista de tu vocación: tal vez naciste para enseñar o para defender los derechos de los animales.  Si convertís una vocación en una profesión, como ser abogada ambientalista, vas en camino a una vida profesional feliz.

No idealicés tu futuro, sé realista
Si ya tenés una carrera en mente, revisá la lista de materias que hay que llevar.  Si te asusta el número de Contas o del todo no querés aprender Latín, buscá otra carrera que te lleve al mismo destino de otra manera. 

Llevar Publicidad puede ser una forma de ser Diseñador, pero también es posible llevar Diseño Gráfico, ciertos asuntos prácticos definen tus opciones: ¿querés pasar siete años estudiando o preferís salir en tres?  y aún más importante: ¿podés pagarlos? 

Algunas carreras, como Odontología, requieren una inversión fuerte en equipo y si no contás con recursos familiares, tenés que considerar la posibilidad de trabajar mientras estudiás. 

En algunos casos, la necesidad de tener un trabajo es lo que determina la carrera que elegís.

Finalmente, tomá un momento para pensar si estás eligiendo tu profesión o la que tus papás quieren, la que escogió tu novia o la que te deja pasar más tiempo con tu mejor amigo.

¡Hacé una prueba de habilidades como el test vocacional NABU!  A fin de cuentas, es una decisión con la que vas a vivir por muchos años.

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