Por: Manuel Chaves Quiros, Orientador.
El trabajo representa la identidad de una persona, es mucho más que el medio que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades.
En la escogencia que hacemos del mismo consideramos rasgos de personalidad como nuestros intereses, nuestras habilidades, nuestros valores y nuestro conocimiento del mundo del trabajo, entre otras cosas.
Al hablar que desde nuestro trabajo hacemos una expresión de lo que somos y que además de ello se convierte en medio para la satisfacción de necesidades, estamos estableciendo que el mismo es fundamental para las personas.
Ahora bien, esto nos lleva a plantearnos una serie de preguntas: ¿Me gusta lo que hago?, ¿Estoy satisfecho en mi trabajo?, ¿Las condiciones de mi trabajo son buenas y me permiten tener una buena calidad de vida?.
Recientemente el portal español expansión.com, especializado en información financiera, análisis económico y de servicios para empresas, publicó un curioso ranking de los 10 países mejor valorados por expatriados en cuanto a la “mejor relación entre condiciones de trabajo y calidad de vida” presentes en diferentes países. Y en este interesante listado sólo aparece un país en donde se habla español: Costa Rica…Sí Costa Rica!.
Básicamente este estudio, desarrollado por la red InterNations, exploró la opinión de expatriados en diferentes partes del mundo para conocer qué tan satisfechos se encontraban con el equilibrio entre trabajo y vida personal según la experiencia de trabajo que habían desarrollado en esos países.
El estudio incluyó tres variables fundamentales: Satisfacción con el equilibrio trabajo-vida, Satisfacción con el horario laboral y el Promedio de horas de trabajo a tiempo completo.
El primer puesto es ocupado por Dinamarca, cuyo destino es el más valorado por las personas con una alta cualificación (47% de los encuestados poseen una licenciatura y el 12% un doctorado). El 76% de ellas señala sentirse satisfecha con el equilibrio trabajo-vida y un 82% se siente bien con el horario de trabajo que tiene(se trabaja un promedio de 39.7 horas semanales de tiempo completo).
Continúan en la lista Bahrain, Noruega, República Checa hasta llegar al quinto puesto: Nueva Zelanda. En este país, el 75% de expatriados se siente satisfecho con el equilibrio trabajo-vida y el mismo porcentaje en cuanto al horario de trabajo que tiene(se trabajan 43.3 horas semanales a tiempo completo).
El sexto lugar es ocupado por Suecia y en el Sétimo puesto aparece Costa Rica. Los resultados de nuestro país muestran que los expatriados pasan la misma cantidad de horas en el trabajo que el promedio mundial y el 68% señala sentirse satisfecho con el equilibrio trabajo-vida que tiene en el país. El 63% señala que se siente satisfecho con el horario de trabajo(según el estudio en nuestro país se trabaja un promedio de 44.3 horas semanales a tiempo completo).
Sin embargo, el mismo estudio refleja algo diferente con respecto a los demás países: sólo el 44% considera que su ingreso es más que suficiente para cubrir sus necesidades.
Los siguientes países en la lista son Holanda(8), Omán(9) y, en el décimo lugar, Malta.
Es curiosa e interesante esa valoración que personas originarias de otros países que viven y trabajan acá hacen de las condiciones de vida y trabajo que han experimentado. Si bien es cierto, tenemos muchas cosas que mejorar y modernizar en nuestro país en cuanto a la cultura de trabajo que tenemos y especialmente en cuanto a nuestra macroeconomía, resulta en alguna medida gratificante y esperanzador que personas extranjeras nos ubiquen en esta interesante lista de países. Pero también esas opiniones nos lleva a cuestionarnos: ¿por qué si somos de los países donde se trabajan más horas apenas nos está alcanzando para cubrir algunas necesidades y no nos da para un poquito más?.
El trabajo es vital para las personas ya que a través de este satisfacemos muchas de nuestras necesidades pero particularmente debe de servir para alcanzar una muy importante: la de situarnos en el mundo con nuestras habilidades e intereses para aportar con nuestros saberes y valores pero, de forma especial, para alcanzar una calidad de vida adecuada y cada día más digna.
