Todos hemos enfrentado momentos difíciles en la vida, situaciones que nos sacan de nuestra zona de confort y provocan que sintamos esa sensación de angustia conocida como estrés. Aunque el estrés es molesto y puede tener implicaciones sobre tu salud, también hay que reconocer que es parte de la vida y, en cierta manera, te ayuda a avanzar pues enciende las señales que te activan para seguir caminando en pro del objetivo que querés lograr.
Estar en la Universidad y combinar con todo lo demás, puede ser agobiante. Por eso, te damos consejos para que vivás a plenitud y equilibradamente:
- Organizate y prevé: ir un paso adelante te ayudará a evitar que se te acumule todo para un último momento. Podrás necesitar un calendario o un organizador semanal para que podás ver todo lo que tenés que hacer y de esta manera ir realizando las tareas más próximas y dedicar el tiempo adecuado para cada una.
- Asumí solo lo que es tuyo: no dejés que te carguen con responsabilidades que no te corresponden. Hacete responsable de lo que te toca y dejá que los demás hagan lo suyo; así podrás enfocarte en menos tareas y realizarlas con más eficiencia.
- Aprendé a delegar: sobrecargarte de trabajo para asegurarte de que todo quede bien no es buena idea cuando tenés más responsabilidades. Delegar y confiar en los demás te quitará un peso de encima y reforzará el trabajo en equipo, dejate sorprender por las capacidades de tus compañeros y aprendé de ellos; esto enriquecerá el entorno en el que te desenvolvés.
- Convertí tus desventajas en ventajas: en el camino siempre se presentarán adversidades, situaciones contrarias a tus propósitos, pero lo importante es encontrar en ellas su aspecto positivo. Así que frente a lo adverso piensa positivo y sí, ¡no está mal hacer limonada!
- Realizá ejercicios de relajación: existen diversas técnicas de relajación que te ayudarán a disminuir los niveles de tensión y en el mejor caso a evitarlos; así que buscá la que más te guste y hazla parte de tu rutina diaria ¿Qué tal empezar el día con yoga o corriendo un poco?
- Recreate: la vida es una aventura que se vive personalmente, no la mirés por la ventana. En nuestro país existen lugares hermosos para realizar caminatas o acampar, salí de la rutina cambiando de paisaje al menos una vez al mes.
- Viví en el presente: muchas preocupaciones y sensaciones de tristeza o depresión ocurren solo en nuestra mente, normalmente pasamos mucho tiempo resolviendo problemas que aún no han sucedido y no sabemos si van a suceder o culpándonos por eventos pasados que ya no se podrán arreglar. Prever y planear es importante, pero vivir en los planes del mañana provoca que te perdás del hoy, así que despojate de las ideas hipotéticas dañinas y mirá qué es lo que tenés ahora, no lo que podría pasar, porque eso aún no llega.
- Aprendé a decir no: aceptar todo lo que te propongan, asumir todas las responsabilidades, tener muchas labores a tu cargo y múltiples compromisos provocará que no te quede espacio para ti. Así que no excedas tus límites de tiempo, aprendé a rechazar asertivamente lo que consideras que no es tan importante, así podrás dedicar ese tiempo para realizar las tareas que ya tenías planeadas o ir por el café de la semana con tus amigos.
- Fijate metas: es el momento de que hagás eso que siempre has querido y para lo que nunca has tenido tiempo. Reservá un espacio en tu semana para realizar una meta personal, no una obligación, como aprender a bailar, a nadar o leer ese libro que has postergado durante meses. ¡Fijarte metas y cumplirlas te hará sentir como nunca!
“Mucho del estrés que las personas sienten no proviene de tener que hacer muchas cosas. Viene de no terminar aquello que se ha empezado”. Esperamos que estos consejos te ayuden a vivir este año con excelente actitud.