A lo largo de nuestra vida como estudiantes, los profesores constantemente asignan los conocidos trabajos en grupo. Has pasado seis años en la escuela primaria, otros cinco o seis años en la secundaria y cuando llegás a la U, escuchás al profe decir “hagan grupos para la siguiente tarea”. Ahí te das cuenta de que, a pesar de que llevás alrededor de 11 años trabajando en equipo, la tarea nunca es cumplida de la misma forma por todos sus integrantes.En la U, la situación se intensifica, hay reclamos y discusiones fuertes entre compañeros y lo que al principio parecía una tarea sencilla se convierte en un verdadero campo de batalla. Luego del fuego cruzado, caemos en cuenta de que aunque hemos hecho los famosos trabajos en grupo durante toda nuestra vida académica, todavía no hemos aprendido a realizar la labor de manera grupal.Y es que, seamos sinceros, si tuviste suerte y te tocó un grupo cooperativo en el que todos trabajen, aún tienen otro reto: ¿cómo tomar en cuenta las ideas de todos los compañeros y sintetizarlas para llevar a cabo el trabajo?Aquí es donde te presentamos la técnica “lluvia de ideas” o “brainstorming” (como se conoce en inglés).
¿De qué se trata la lluvia de ideas?Quedémonos con la denominación anglosajona, palabra compuesta por “brain”, que significa cerebro y “storm”, tormenta. Si pensamos en la traducción literal, “tormenta de cerebro”, e imaginamos una tormenta caótica y arrasadora, nos parecería la peor opción para tratar de organizar tantos cerebros en una sola línea, pero ya te vas a dar cuenta de que de pequeñas gotas de ideas de cada miembro del grupo se puede dar forma a un trabajo grande. El fin es que esa tormenta de ideas no arrase con tu tarea de la U.Una
lluvia de ideas está compuesta por palabras o frases que se encuentran en relación con el tema, puede parecer desordenada al principio, pero esto se debe a una de sus principales características: es completamente libre.
¿Cómo podés hacer la lluvia de ideas? Determinen una reunión de grupo, planteen el tema principal y comiencen a decir todo aquello que venga a su mente. No importa si está bien o mal, o si es tonto o inteligente. Lo importante es explorar el terreno y ver qué ideas pueden rescatarse entre todos. Además, hay una gran ventaja: las buenas ideas inspiran otras. Cuando un compañero dice algo genial tu mente se activa y propone algo más genial aún.
Algunas pautas importantes para tu lluvia de ideasAhora, te daremos algunas pautas que podés seguir si te decidís a aplicar esta técnica, seguilas y verás que realmente puede funcionar.1. Una vez que el profesor dé el tema y las directrices del trabajo, elijan a una persona encargada de tomar nota de las ideas que darán los compañeros. Esta lista debe ser visible para todos los integrantes.2. No se detengan a pensar de inmediato acerca de la validez de las ideas. Recuerden que, como la lluvia, los pensamientos deben fluir.3. Luego de que el equipo participa, se establecen los criterios bajo los cuales se elegirán las ideas apropiadas. En este momento se generará una discusión más abierta en el grupo con el fin de evaluar lo propuesto, respetando siempre los criterios establecidos en un principio.4. Se desechan las ideas no válidas y se trabaja, de acuerdo con las instrucciones del profesor, con una o varias ideas elementales. A partir de ese momento, la tarea que deban llevar a cabo tendrá la base.Esta es una técnica que incentiva la creatividad, la libertad de opinión y pone en práctica la habilidad para resolver problemas de manera sencilla. Es cierto, la
lluvia de ideas está pensada para ejecutarse en grupo, pero a todos nos ha pasado que antes de escribir un ensayo final no logramos ni empezar porque no sabemos qué escribiremos. Cuando eso pasa, podés organizar tus ideas con este método. ¡Apostamos a que te funcionará! Intentalo en tu próxima asignación y verás que la tarea será más sencilla y rápida.
