¿Te pasa a veces que si te enfrentás a una situación difícil te quedás trabado, sin palabras y con ganas de salir corriendo? ¿Sentís que sos inseguro o que te falta ser desenvuelto al relacionarte con los demás?
Una de las habilidades más importantes que tenés que desarrollar para tu vida es la confianza en vos mismo. Las personas seguras son muy convincentes y, usualmente, saben lo que quieren en todas las áreas de la vida: el estudio, el trabajo e, inclusive, el amor.
La seguridad en vos mismo te muestra como una persona que sabe lo que quiere, confiable y sólida en su vida. Además, te coloca en el panorama de otras personas, que pueden ser excelentes contactos o pueden pensar en vos para futuras oportunidades.
Si tu gran dilema es la inseguridad, estos siete consejos te permitirán ir dominando poco a poco el arte de estar confiado en tus propios zapatos.
- Practicá la comunicación asertiva. La comunicación asertiva es la capacidad que tenemos de decir lo que pensamos, de manera directa pero sin ofender a las demás personas. Es muy frecuente que prefiramos callarnos o evitar una situación porque tememos enfrentar a otra persona si diferimos de ella. En la comunicación asertiva, hacés valer tus puntos de vista y tus opiniones, pero sin agresión o violencia. El secreto de la asertividad es ser directo y positivo.
- Cuidá tu aspecto físico y tu imagen personal. ¿Te ha pasado que te comprás alguna prenda de vestir y ese día que te la ponés te sentís guapísimo o guapísima? Vas caminando por la calle con esa seguridad, igual que en una película de Hollywood. Tal vez en realidad nadie note que esa ropa es nueva, pero usarla por primera vez te hace sentir magnífico. Cuando cuidás tu aspecto: la limpieza de tu cuerpo, tu olor, tu higiene bucal, las prendas que vestís, usualmente te sentís más seguro para interactuar con otros. ¡Salí de la casa sintiéndote muy bien con tu look!
- Sé ordenado. Lo sabemos... a veces es difícil tener orden entre tantas ocupaciones, clases, papeles y tareas que hay que hacer, pero si lográs tener un cierto orden personal, estamos seguros de que te presentarás adecuadamente cuando sea necesario. Ser puntual es un gran regalo que le hacemos a los demás. Tener las cosas preparadas con antelación lo es también.
- Sé positivo y cultivá el optimismo. ¿Tenés una nube negra encima de tu cabeza donde quiera que vas? Las actitudes negativas no solo ahuyentan a otras personas, sino que te traen un mal ambiente en tus acciones diarias. Las reacciones que tenemos ante las situaciones de la vida son totalmente tranformables, porque dependen de cómo asumimos lo que ocurre. Si tenés un imprevisto y lo tomás positivamente, es muy probable que las cosas fluyan de mejor manera, que sí considerás desde ya (... desde las ocho de la mañana que te dejó el bus o que saliste y se te olvidó el teléfono) que tu día está arruinado.
- Sé bueno en lo que hacés. Por alguna razón, en nuestra sociedad está bien visto que la gente sufra en el trabajo, que se esfuerce y que acepte lo que le tocó vivir. A veces masoquistamente nos quedamos en un sitio porque nos tocó o porque queremos lograr aquello que es tan difícil para nosotros. No nos malentendás... definitivamente es bueno esforzarse, pero el estar en el lugar en el que somos plenos, felices y útiles, siempre será un golpe alto para nuestra autoestima.
- Ponete objetivos y cumplilos. La consecución de metas activa en nuestro cerebro las misma hormonas que el chocolate... ¡En serio! Solo que no aumentás calorías. Conseguir una meta que era difícil para vos, aumenta tu seguridad y, sobre todo, tu sensación de bienestar. Los objetivos pueden ser pequeños y realizables, para que podás ver resultados.
- La milla extra. La milla extra es ese esfuerzo adicional que podés hacer en tu vida: en tu trabajo, en tus relaciones con tus seres queridos, en tu estudio, en tu rutina de alimentos y ejercicios. La milla extra es dar lo mejor y un poquito más, y te da una sensación de satisfacción inigualable.
Realmente este artículo nos hace sentir felices, porque creemos que de verdad los consejos que te hemos dado ayudan, de forma casi mágica, a sentirnos mejor en el mundo y si todos estamos mejor, nos sentimos felices y damos lo mejor de nosotros.